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Alacena limpia

Alacena limpia, bolsillo lleno

Para una ama de casa o responsable del hogar resulta interesante ver que su alacena se mantiene llena de despensa porque creemos que en nuestra visita a las tiendas de autoservicio el próximo fin de semana será un gasto mínimo, pero ¿qué tal si revisamos a consciencia nuestra gaveta? Te aseguro que parte de esta […]

Para una ama de casa o responsable del hogar resulta interesante ver que su alacena se mantiene llena de despensa porque creemos que en nuestra visita a las tiendas de autoservicio el próximo fin de semana será un gasto mínimo, pero ¿qué tal si revisamos a consciencia nuestra gaveta?

Te aseguro que parte de esta suculenta despensa está “caducada” y llena de pequeños “gorgojos”, que algunos alimentos, como los granos de frijol u otras semillas, los generan.
De esta forma podemos decir que nuestra alacena demanda una limpieza integral.

Sí, suena a broma, pero no lo es. Antes de aventurarte a asistir a un centro comercial a surtir tu despensa, dedícale un día a la revisión de lo que tienes en tu alacena y notarás cómo te deshaces de alimentos que ya expiraron, llegaron a la fecha límite de caducidad o de consumo; además, aprovecharás a limpiar ese “rinconcito” que siempre queda rezagado por el paso del tiempo.

Revisa, sobre todo, aquellos productos que por alguna razón se han mantenido más tiempo guardados (aunque sabemos que los productos enlatados tienen un tiempo más prolongado de conservación que otros productos, en algún momento tienen que expirar).

No sólo deseches los productos cuya fecha de caducidad llegaron al límite, deshazte de aquellos que estén golpeados, que contengan tapas infladas o los artículos estén en mal estado o las envolturas se encuentren rasgadas.

Recuerda que el tiempo de caducidad disminuye si los empaques, envolturas o latas están deteriorados.

Si por alguna razón tienes que desechar algún producto que esté vencido hazlo de la siguiente forma (esto para evitar el consumo accidental y pueda traer consigo algún problema a tu salud):

  • Si la tapa está dilatada; el bote abollado o “lastimado”, abre el envase y drena el o los líquidos. Si éstos contienen algo sólido en su interior, te recomendamos desechar su contenido en una bolsa de plástico.

Organizar tu alacena te permitirá tener presente los productos… que en algún momento compraste y con el paso del tiempo se te olvidaron; tenerlos a la mano cuando decidas cocinar determinado platillo o no hacer una compra innecesaria, sobre todo, en este tiempo donde la economía debe ser cuidada hasta el más mínimo centavo.

Si por alguna razón detectas que los productos están a punto de caducar, prepara algunos platillos que contengan estos ingredientes para aprovecharlos o simplemente colócalos en la parte más visible o frontal de la alacena para que los uses de forma inmediata en tu siguiente preparación.

Mantén limpio el lugar de la despensa

Seleccionado el contenido de tu alacena, límpiala con algún desengrasante o agua caliente con limón (porque seguramente habrá mucho cochambre;), deja orear muy bien el lugar para evitar atraer humedad que agilice la descomposición de algunos envasados sobre todo de empaques plásticos.

Acomoda en el fondo de tu alacena los productos que contengan las fechas más lejanas de caducidad; enseguida, los artículos que tengan una fecha más próxima; cierra bien aquellos (que no requieren refrigeración) y que éstos deben permanecer en el interior de la alacena, pero en un lugar fresco; cierra con pinzas especiales los empaques abiertos como son las frituras, crutones, galletas o guárdalos en recipientes o bolsas herméticos.

Puedes mantener en tu alacena productos lácteos o jugos, siempre y cuando éstos no estén abiertos; botes o latas con productos que no hayan sido perforados o abiertos (recuerda que después de abierto cualquier productos necesita ser refrigerado para conservarlo por más tiempo).

En semanas anteriores hablamos de lo importante que es planear para ir ala despensa; lo vital que resulta leer las etiquetas de los empaques, ahora sabemos que mantener limpia nuestra alacena y revisarla de forma constante nos traerá un ahorro significativo.

Nuestra alacena no es un mueble más de nuestra casa, es el lugar donde conservamos los alimentos con lo que prepararemos nuestros platillos favoritos y el de la familia…ahora sabemos más que nunca…que alacena limpia, bolsillo lleno.


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