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La cafeína y su relación con la salud

La cafeína y su relación con la salud, parte II:

Descubre mitos y realidades sobre el consumo de la cafeína. Todo en exceso en dañino para la salud.

Mucho se han estudiado los efectos de la cafeína sobre la salud a largo plazo. Después de discutir si el incremento en el ritmo cardiaco que se asocia al consumo de esta sustancia puede dañar al corazón o ser un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, el estudio de Farmingham, que analizó a 2648 hombres y 3566 mujeres, concluyó que el consumo de café no está relacionado con los episodios recurrentes de ataques cardiacos ni con la modificación del ritmo cardiaco —arritmias— a largo plazo.

También se ha investigado la relación del consumo de cafeína con los problemas de fertilidad y el cáncer de ovarios, y los estudios realizados no son concluyentes, pues demuestran que estas son condiciones multifactoriales y que no se puede culpar a la ingesta de una sustancia. Dichos estudios muestran también que no existen diferencias significativas en el tiempo que toma la concepción entre los grupos que sí consumen y los que no consumen cafeína.

Los médicos también han estudiado si el consumo de cafeína durante el periodo de lactancia tiene un efecto nocivo en el bebé, y no existen estudios que demuestren una relación directa entre su consumo y los problemas neonatalas; sin embargo, se recomienda a las futuras madres limitar su consumo a un máximo de tres tazas por día.

Finalmente, vale la pena añadir que no está probado que la ingesta de cafeína tenga una relación con la osteoporosis, pero sí existen estudios que indican que su consumo causa un aumento leve y temporal en el nivel de excreción del calcio; sin embargo, se cree que una ingesta suficiente de este nutrimento a través de lácteos y otros elementos en la dieta, puede compensar dicha pérdida.

Es importante mencionar que el contenido de cafeína de las diferentes bebidas varía, y que según la calidad del café será su concentración de cafeína: los mejores cafés de la variedad Arábiga —los más suaves— contienen hasta 10 o 20 veces menos cafeína que los de la variedad Robusta —los más fuertes, ácidos y comerciales, por ser de más bajo precio—, y sólo el doble que un café descafeinado.

Ya que hablamos del café descafeinado, es importante decir que el proceso que elimina la cafeína es muy criticado tanto por los ecologistas que se quejan de su impacto ambiental —por la adición de sustancias como el anhídrido carbónico, el acetato de etilo o el cloruro de metileno que, si se queda como residuo en el producto, es un carcinogénico ligero— como por especialistas en salud, que aseguran que esta bebida resulta muy ácida y puede causar gastritis, además de que su efecto estimulante no se elimina del todo.

Como conclusión, diremos que queda claro que nada en exceso es bueno, y que la cafeína y las bebidas que la contienen pueden ser usadas con moderación como estimulante del ánimo, pero si abusamos de ellas ponemos en riesgo nuestra salud y nuestro cuerpo. Tómelo en cuenta la próxima vez que la consuma.


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