Consejos prácticos para armar menús si vives con diabetes
Vivir con diabetes no es una sentencia a disfrutar menos la vida ni los días de fiesta, es una oportunidad para vivirlos de una manera distinta. Y en lo que se refiere a la comida y la forma de prepararla, hay algunas estrategias sencillas que puedes seguir y que te pueden ayudar a vivir y disfrutar al máximo, pero sin poner en riesgo tu salud.
Basta cambiar un poco la forma en la que cocinamos los platillos, los ingredientes que elegimos y el tamaño de las porciones que nos servimos. A continuación, te presentamos algunos consejos y estrategias que puedes seguir para hacer de éste, un momento de cambio en tus hábitos y para empezar el verano sintiéndote ligero y saludable; lleno de energía y con una sensación de bienestar.
* A la hora de ir de compras, elige más verduras y frutas que cualquier otra cosa. Tómate tu tiempo en seleccionarlas y compra mejor una pequeña cantidad de una gran variedad distinta de productos en vez de mucho de pocas cosas. Así, la familia y tú mismo se sentirán tentados a probar nuevas preparaciones y a incluir los ingredientes en las comidas.
* Selecciona también productos derivados de los cereales como panes, pastas o arroces integrales o de grano entero. Busca las preparaciones de panadería más bajas en azúcar o grasas y las botanas con menor cantidad de sal y grasa. Leer las etiquetas es una estrategia que te permite tener mayor control. Por ejemplo, acompaña tu pavo o la pierna adobada con puré de papa con cáscara y mezclado con poro o hinojo; mucho más rico en fibra y de gran sabor.
* Cuando compres productos de salchichonería y lácteos busca quesos blancos y carnes frías bajas en grasa y sal; elige pechuga de pavo cocida en vez de la tradicional pieza de jamón de cerdo para hornear.
* Al preparar tus alimentos prefiere hornear, hervir o cocinar al vapor, sofreír o hacer preparaciones crudas, en vez de freír o cubrir con salsas grasosas. Por ejemplo, si vas a preparar unos ricos romeritos típicos de las fiestas de fin de año, en vez de agregarles mole, añádeles un adobo y muchos nopales, romeritos y menos camarones o carne. No frías las tortitas, sino ásalas.
* Sírvete porciones más grandes de verduras o frutas y unas mucho más pequeñas de productos de origen animal como carnes o aves; elige cereales integrales en vez de los blancos o refinados; busca preparaciones bajas en grasa, sal o azúcar; arroz salvaje en vez de blanco; pan chapata o multigrano en vez de bolillos.
* Si buscas dar sabor dulce a bebidas o postres, usa edulcorantes no calóricos.
Así de fácil, cambiando algunas pequeñas cosas y tomando decisiones enfocadas a la salud, puedes disfrutar sabiendo que estás invirtiendo en un estilo de vida más saludable y lleno de bienestar.
Nota de
Cocina con Alegría
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