La diabetes infantil
La diabetes es una enfermedad en la que el metabolismo de los carbohidratos está alterado. Este metabolismo está relacionado con la hormona insulina y su producción; además en la capacidad de identificar y procesar esta hormona que tienen nuestras células. Los tipos de diabetes que uno puede contraer son varias.
Desde hace más de 50 años se ha identificado en los niños un tipo de diabetes llamada infantil o juvenil, en la que la capacidad de producir insulina de las células del páncreas está dañada; este tipo de diabetes, que no es común, requiere de una implementación de insulina que los niños adquieren a través de inyecciones diarias o frecuentes; de un monitoreo estricto de los niveles de glucosa en la sangre en diferentes momentos del día. Aunque esta enfermedad suena alarmante, la verdad es que muchos niños que viven con diabetes tipo I o infantil pueden controlarse bien y seguir su tratamiento sin muchas complicaciones.
La expectativa de vida de quien vive con diabetes juvenil no tiene que ser distinta a la de los demás y de hecho, el diagnóstico de esta situación puede ser una oportunidad interesante de asumir un estilo de vida más saludable y una dieta de mayor calidad.
Lo que quizá es más triste es que ahora en nuestro país encontramos cada vez mayores incidencias del otro tipo de diabetes en los niños. La que antes se llamaba «diabetes del adulto” o diabetes tipo II es hoy bastante común en los niños mexicanos. Se trata de una condición relacionada con el exceso de peso corporal, pues se ha visto que más del 95% de las personas que la padecen sufrían de sobrepeso al momento del diagnóstico. También es reflejo de un estilo de vida inadecuado. Normalmente las personas con diabetes tipo II no sólo tienen sobrepeso, sino demasiada grasa en el abdomen y una dieta inadecuada, rica en harinas y azúcares refinados, en grasas saturadas y pobre en fibra, harinas integrales y grasas saludables, como las de los pescados de agua fría y las semillas oleaginosas.
Muchas veces los que viven con diabetes tampoco tenían la costumbre de realizar actividad física y ejercicio antes de su diagnóstico.
Encontrar niños con diabetes tipo II no sólo es grave y doloroso para el niño y su familia, sino que es un triste reflejo de nuestra realidad, un recordatorio de que nuestra alimentación, estilo de vida, como sociedad, son incorrectos y debemos de cambiarlos. Si recordamos, los que viven con diabetes, niños o adultos, la primera y más importante recomendación, más allá de tomar medicinas o medirse los niveles de glucosa en la sangre, es tener una dieta más predecible, más centrada en las verduras y las frutas, controlar el peso corporal y ser más activos físicamente.
Todos tenemos que seguir esas recomendaciones y empezar a cuidarnos más, sobre todo, a los niños que se nos han encomendado.
Nota de
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