Placer y salud con sabor a chocolate
Bien dicen que comer chocolate genera la misma sensación que la de un beso apasionado. Posiblemente por eso este producto “Hecho en México”, ha trascendido culturas, tiempo y espacio. Hoy en día, es uno de los alimentos más queridos en todo el mundo.
Pero en esta ocasión no hablaremos de la historia del cacao, materia prima del delicioso chocolate, esta vez nos enfocaremos en la forma más común de comer chocolate en nuestro país: chocolate caliente en una taza.
El alma de esta humeante bebida es la pasta que se da como resultado de la molienda de cacao tostado, azúcar y en muchas ocasiones canela, almendras y vainilla. Después de procesar todo lo anterior se hacen barras que endurecen rápidamente gracias a la cantidad de materia grasa que posee el cacao.
Ver este proceso es sin duda una experiencia para los sentidos. En Oaxaca la chocolatera “El mayordomo” invita a los paseantes a presenciar dicha molienda y a antojarse con los aromas que emanan de la mezcla. Claro, que las barras de chocolate rústico para preparar chocolate caliente pueden conseguirse en cualquier súpermercado.
La forma tradicional de prepararlo es mezclando el chocolate con leche caliente, dejándolo en la hornilla prendida para batirlo con un molinillo de madera hasta que se llene de espuma; después servirlo en una taza y gozar con su aroma, sabor y textura.
Placer saludable
El chocolate contiene antioxidantes, compuestos químicos que han demostrado tener efectos benéficos contra enfermedades del corazón y el envejecimiento.
Un dato interesante es que dentro de una taza de chocolate caliente se encuentran más antioxidantes que en una copa de vino tinto o en una taza de té negro; es por eso que tomarlo con moderación es muy bueno para el cuidado de nuestro cuerpo.
Nota de
Cocina con Alegría
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