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¿Hambre o sed?

¿Hambre o sed?

Muchas veces sentimos hambre todo el día o creemos sentir hambre… también queremos comer cuando estamos cansados, desganados y con poca fuerza; cuando nos sentimos débiles y con pocas ganas de afrontar un problema o situación, en el trabajo o la escuela… en esas ocasiones pensamos que es un alimento lo que necesitamos. Pero, en […]

Muchas veces sentimos hambre todo el día o creemos sentir hambre… también queremos comer cuando estamos cansados, desganados y con poca fuerza; cuando nos sentimos débiles y con pocas ganas de afrontar un problema o situación, en el trabajo o la escuela… en esas ocasiones pensamos que es un alimento lo que necesitamos. Pero, en realidad, muchas veces cuando nos sentimos así, desconcentrados, cansados y débiles, con pocas ganas de trabajar, hacer actividad o rendir en la escuela lo que tenemos es sed.

Y es que las sensaciones de la sed y del hambre se confunden y se parecen mucho. Y como no estamos acostumbrados a poner mucha atención a nuestras sensaciones, a lo que nuestro cuerpo nos dice, pensamos, porque estamos acostumbrados a sentirla o porque es la más reconfortante de todas las sensaciones que tenemos hambre cuando en realidad tenemos sed.

Casi el 27% de las veces que comemos lo hacemos por sed en vez de por hambre. Y esos son datos científicos. Por eso, la sed puede estar asociada con la ganancia de peso. Y por eso tenemos que aprender a hidratarnos siempre, a lo largo del día, y de preferencia con bebidas bajas en calorías y evitar la sensación de sed y el desgano y cansancio que la acompañan.

La sed, de hecho, es ya una llamada de atención de nuestro cuerpo; sentimos sed cuando hemos perdido el 1 a 2% del peso corporal.

Hidratarse a lo largo del día, consumir al menos 6 y de preferencia 8 vasos de líquidos, bajos o libres de calorías y de incluir agua sola de manera habitual en nuestra dieta son las recomendaciones.

Y aprender a distinguir sed de hambre: beber cuando se siente cansancio o debilidad, antes de asumir que se necesitan alimentos o tenemos hambre, esa es la recomendación. Y así, correctamente hidratados, nos sentiremos más despiertos, concentrados, y podremos rendir mejor, sin tener que consumir tantas calorías adicionales.


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