Popeye y su fuerza sobrehumana, gracias a las espinacas

Popeye el marino es un personaje que contribuyó a que la gente creyera y siga creyendo que las espinacas son un alimento que ayuda a aumentar, de manera considerable, la fuerza de las personas.

Aunque es cierto que esta hortaliza de color verde oscuro tiene muchas propiedades y estudios recientes demuestran que consumir espinaca si mejora la capacidad muscular, fue un error “de dedo” el que hizo que por mucho tiempo se pensara que las espinacas contenían más hierro del que realmente tienen.

Se dice que en 1870, Erich von Wolf, químico alemán, investigaba la cantidad de hierro en las espinacas y al escribir los resultados no se puso la coma donde debía ir, quedando estipulado que la espinaca contenía 35 miligramos de hierro en una porción de 100 gramos, en lugar de 3.5 miligramos, que es la cantidad correcta. En 1937 se hizo a corrección de ese dato.

En el 2011, el Dr. Eddie Weitzberg, profesor del Instituto Karolinska en Estocolmo, realizó varias investigaciones donde descubrió que comer espinacas todos los días aumenta la eficiencia muscular, debido a los nitratos que contiene la espinaca y no al hierro. Los nitratos vuelven más eficientes las mitocondrias, las cuales dan energía a las células. Weitzberg afirma: “Es como si pusiéramos combustible en los músculos. Hace que funcionen con mucha mayor suavidad y eficacia”.

Entonces, la teoría de Popeye y su fuerza sobrehumana, gracias a las espinacas no es un cuento, Popeye tiene mucha razón en comer diariamente espinaca, pues esto lo ayuda a combatir muchas enfermedades que podría adquirir al ser un marino, además de garantizarle la fuerza necesaria para combatir a su gran contrincante, Brutus.