¿Cómo realizar una buena práctica de meditación?

Cualquier persona que haya practicado la meditación sabe qué difícil es hacer callar nuestra «conversación mental» para conectarnos con nuestra mente más profunda, sabia e intuitiva. Esta sabia verdad, que nos dice Shakti Gawain, confirma que no es fácil empezar a meditar, pero una vez que lo hacemos un hábito, se vuelve más sencillo, nos ayuda a relajarnos y empezar a ver al mundo desde otra perspectiva.

A continuación te comparto unos sencillos pasos de cómo realizar una buena práctica de mediación. Verás que sin darte cuenta la podrás ir convirtiendo en rutina, disfruta todo sin forzar nada:

Haz un ayuno o una comida ligera:
Nuestros cerebro y estómago están directamente relacionados. Lo que comes influye sobre lo que pasa en tu mente y lo que piensas influye directamente en lo que sucede en tus intestinos. Para una buena práctica de meditación, te sugiero ayunar y si no puedes hacerlo, haz una comida ligera. Un jugo o licuado por la mañana te vendrá bien para poder meditar. Si meditas por la tarde, una comida a base de legumbres es una buena opción.

Elige un horario y lugar convenientes:
Es importante que empieces por darte un momento del día en el que sepas que tendrás ese tiempo para ti, que no serás interrumpido, que no tengas prisa. Sería conveniente que fuera a la misma hora del día para que empieces a formarte el hábito, pero si no se puede, comienza por darte el tiempo de 10 a 15 min. Ahora que tienes la hora, elige un lugar preferiblemente tranquilo, no necesitas ir a un centro de meditación, puede ser cualquier lugar de tu casa donde te sientas cómodo. El jardín es maravilloso ya que el contacto con la naturaleza hace que la experiencia sea más placentera.

Busca una postura cómoda, pero no tan relajante como para que te duermas:
Pareciera que la meditación es difícil ya que generalmente vemos a los budistas meditando en posición de flor de loto y pensamos que no resistiremos estar en esas posturas mucho tiempo, esta es nuestra mente hablando de nuevo. Sin embargo, no es necesario estar en esas posturas, simplemente podemos sentarnos en una silla, preferentemente con la espalda recta y si no la podemos mantener así, podemos utilizar un cojín que nos sostenga, ojos cerrados, los brazos relajados y apoyados en nuestros muslos. No es conveniente estar acostados ya que como somos principiantes es muy fácil que nuestra mente se evada y nos quedemos dormidos.

Pon atención a tu respiración y a tu cuerpo:
Poniendo atención a tu respiración calmarás tu mente. Comienza con respiraciones profundas, llena tus pulmones de aire y suéltalo hasta que no quede aire. Inhala de nuevo y repite el proceso hasta que la respiración se vuelva rítmica. Una vez que tu respiración sea fluida y tu mente se encuentre más tranquila, vuelve tu atención a tu cuerpo, siente qué parte está más tensa y mándale la orden que se vaya relajando desde la cabeza hasta la punta de los pies. Siente que con cada inhalación tu cuerpo se relaja cada vez más.

Acompaña tu meditación con sonidos, música relajante y algún aceite relajante: 
Para comenzar a meditar te puedes ayudar con meditaciones guiadas ya que estas ayudarán a tu mente a visualizar colores, lugares, etc. Otra forma de ayudarte es poner sonidos de la naturaleza o de cuencos que trasladan a tu mente a un estado de relajación alfa. Para lograr estos estados de relajación también te puedes ayudar de algún aceite como es el incienso y la mirra que nos llevan más fácilmente a estos estados. También puedes recurrir al aceite de romero, como protector psíquico y la salvia que nos ayuda a conectarnos mejor y recibir con más claridad mensajes de nuestro ser interior.

Recuerda que la meditación es un viaje a tu interior, y el hacerlo consciente es lo que te llevará al éxito. Pronto te darás cuenta de que es una herramienta fácil y muy eficaz que te ayudará a sentirte más tranquilo y más feliz.