¡Hola! Bienvenido(a)
Para los que tenemos una mala relación con la comida, Navidad equivale a tener enfrente un buffet de comida que dura casi un mes, posiblemente termine los primeros días de enero. Mientras tanto, pareciera imposible despreciar los manjares que se han cocinado para alagarnos. Al mismo tiempo significa lidiar con sentimientos que también se hacen más presentes en estas fechas. Querer estar felices y disfrutar pero simultáneamente nos sentimos abrumados por las expectativas de lo que va a venir o por los recuerdos de lo ya no es. Y en vez de poner atención en lo que esto significa y encontrar lo que en realidad necesitamos en estos días, lo calmamos comiendo.
Es como querer decorar el entorno de felicidad, pensando que esto nos dará el cobijo y la tranquilidad que estamos necesitando, pero nada de afuera calmará lo que pasa dentro de nosotros si hacemos todo lo posible para taparlo y no verlo.
Durante esta época decembrina, los medios de comunicación nos venden imágenes exageradas de familias unidas dando regalos vistosos, parejas amorosas, Santa y los Reyes Magos con regalos, pero ninguno hace referencia a la tristeza de algunos momentos que también atravesamos. Es como si no existiera el permiso para estar solos, mal humorados o sintiendo la soledad por ese espacio vacío que dejó alguien que ya no está con nosotros. Por lo tanto, si empezamos a experimentar alguno de estos sentimientos, nos invade la idea de que somos inadecuados, de que estamos mal por dar cabida a estas emociones y seguramente nos refugiaremos buscando comida navideña.
En realidad, estas son emociones que tenemos durante todo el año, son parte de la vida. Ahora, en el presente, es momento también para darnos permiso de sentir lo que estamos viviendo, sin importar que sea época de celebrar. Debemos escuchar lo que nuestros sentimientos nos dicen y hacerles caso para dárnos lo que estamos necesitando.
Mientras estemos viendo hacia el futuro o hacia el pasado, difícilmente podremos estar habitándonos, sintiéndonos en el presente. Y solo es aquí y ahora, donde podemos definir cómo nos sentimos, qué emociones nos gritan que las atendamos; solo poniendo atención en ellas seremos capaces de saciarlas y no comer de manera compulsiva.
Para que estas fechas sean más llevaderas, te recomiendo estos tips:
¡Te deseo una muy Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo!
Nota de
Recetas de comida, botanas, postres, ensaladas y mucho más, y los mejores consejos de nuestros chefs, nutriólogos y coaches.
¡Prometemos no llenar tu bandeja de entrada de correos, sino solo darte contenido de valor!