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Viajar es un lujo, una experiencia que debe disfrutarse y ser memorable. Salir de viaje se trata de ir a conocer lugares nuevos, otra gente, formas de pensar y por supuesto, otras culturas gastronómicas. Pero, a veces, un lindo y maravilloso viaje termina con varios kilos de más.
Así que si eso no quieres que te pase en tu próximo viaje, aquí tienes algunos trucos y recomendaciones para que disfrutes tus viajes sin regresar y no poder ponerte tu ropa.
Si llegas a hotel, no tienes que comerte todo lo que hay en el buffet o en el menú. Escoge lo que más te llene el ojo pero no comas 2 o 4 platos.
Está bien que pruebes y disfrutes, pero no al punto de salir del restaurante con el estómago distendido o sintiéndote mal. Estar de viaje no significa que tienes que devorar a todas horas todo lo que ves o te ofrecen, sé selectivo.
Si vas a comer en restaurantes, escoge a la carta en lugar de buffet. Lee bien los ingredientes y la preparación de los platillos y elige solo uno. Si se te antoja un postre, puedes pedirlo, pero escoge uno de la carta.
Cuando comes en buffet es muy común que no solamente repitas plato fuerte, seguramente también repetirás postre.
La gente tiene la idea de que “debe desquitar o aprovechar” el buffet, si ese es tu caso entonces opta por pedir a la carta.
Trata de mantenerte activo, quizá no tengas tiempo o ganas de ir una o dos horas al gimnasio cuando estás de viaje, pero trata de conocer el lugar en el que estás, caminando.
Opta por utilizar siempre las escaleras normales en lugar de las escaleras eléctricas, busca opciones de tours caminado. Lo importante es que evites pasar los días de manera totalmente sedentaria.
Trata de balancear tus comidas, tus 3 comidas no tienen porque ser unas grandes comilonas. Por ejemplo, puedes hacer un desayuno súper ligero si es que por la tarde comerás más pesado; o si tomas un desayuno muy completo, en la tarde-noche opta por algo más ligero.
Estar de viaje no significa comer hasta hartarte a todas horas. No te quedes con antojos, prueba la comida local y lo que te apetezca, pero con moderación.
Mi amigo el “¡room service!” El room service es lo máximo para un día en el que ya te diste tus lujitos, porque sus menús son muy básicos, no hay tantas opciones y además evitas la tentación de ver la comida que otra gente está comiendo.
Para uno de esos días en que anduviste de tour todo el día y ya te diste un gusto o dos, pide de cenar al cuarto, opta por una ensalada o algo asado que lleven hasta tu cuarto y ¡adiós tentaciones!
Además, en casa nunca nos llevan la cena hasta la habitación ¿cierto? Así que esta es otra manera de consentirte mientras estas de viaje.
Bebe bastante agua. Cuando uno sale de vacaciones la rutina cambia, procura mantenerte hidratado, sobre todo si vas a zonas de mucho calor. Así evitarás sentir hambre y te mantendrás hidratado.
Nota de
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