El ejercicio como garantía de salud y belleza para la mujer

Un cuerpo con más grasa y menos músculo es metabólicamente menos activo, esto significa que gasta menos energía para llevar a cabo sus funciones ya que la grasa no es activa y solo se carga como si llevaras una maleta llena de ella, mientras que el tejido musculoso además de ser compacto y duro, es metabólicamente activo con lo que entre más músculo tenga una persona mayor será su gasto energético. Por lo tanto, la solución al problema de la flacidez o de quienes se quejan de ser muy anchas y usar tallas muy grandes muchas veces no es perder peso sino únicamente transformar la grasa a músculo. Esto se hace especialmente importante cuando vamos haciéndonos más grandes ya que en la mujer adulta es frecuente que con los años haya una pérdida de masa muscular asociada a la falta de ejercicio y a la pérdida de peso que lleva a estas personas a sentirse débiles y a tener estructuras de hueso-músculo menos resistentes y por lo tanto más susceptibles a la osteoporosis y otras enfermedades degenerativas del esqueleto.

El ejercicio presenta además otras ventajas. La primera es que mejora mucho el carácter de las personas ya que durante el ejercicio nuestro cerebro libera unas sustancias llamadas endorfinas que son unos neurotransmisores que nos dan una sensación de bienestar y elevan nuestro nivel de energía. Es por esto que cuando estamos muy cansados y tensos y nos es difícil descansar una opción es ejercitarnos ligeramente con lo que nos sentiremos menos tensos y más relajados y dispuestos al verdadero descanso. Es curioso como al terminar de hacer ejercicio uno se siente cansado del cuerpo paro con la mente más despejada y con buen ánimo de enfrentar cualquier situación.

En segundo lugar, el ejercicio sea de cualquier naturaleza y aún no siendo extenuante, implica un fuerte gasto energético lo que nos puede permitir consumir más alimentos sin culpa o nos ayuda a perder peso. Y es que la diferencia entre tener una vida activa que implica caminar, subir escaleras, cargar cosas y movernos durante nuestra actividad que cuando decidimos tomar una actitud más sedentaria que implica usar más el coche, los elevadores y las sillas, es que en una vida con más activiad se gasta aproximadamente 10% más de energía. Para tener una vida más activa solo hay que decidirse a hacerlo proponiéndonos estacionarnos lejos del lugar a donde vamos o dejar el coche en casa e ir caminando, usar las escaleras en vez de los elevadores y para quienes trabajamos en una oficina, sacando nosotros nuestras propias copias o impresiones y caminando alrededor de nuestro escritorio mientras hablamos por teléfono.

Si a una vida activa le sumamos tres sesiones de ejercicio leve durante la semana que pueden ser caminatas de 30 minutos, sesiones de natación de igual duración, partidos de tenis en dobles o jugar con los niños en el jardín durante media hora o andar en bicicleta un periodo similar estaremos gastando cerca de 120 kilocalorías por sesión, lo que nos permitiría comernos un pedazo de pastel delgado sin culpa o adelgazar un kilo cada tres semanas sin tener que someternos a ningún régimen de adelgazamiento. Recordemos que además nuestro cuerpo se empezará a compactar por la aparición de más masa corporal y la pérdida de tejido adiposos y que conforme tengamos más músculo tendremos un metabolismo más activo y por lo tanto un mayor gasto energético.

A continuación te presentamos una tabla donde se muestra el gasto energético que implica diferentes tipos de ejercicio. Vale la pena mencionar que este gasto es diferente para cada persona ya que depende de la estatura, el peso, la edad y el sexo; los datos que a continuación se enlistan están diseñados para una mujer de 30 años y de 55 kilos de peso, que se ejercita durante 30 minutos.

Actividad	Gasto energético
Caminata con el perro Tenis (singles) Tenis (dobles) Natación Gimnasia Aerobics Yoga	120 kcal 222 kcal 138 kcal 244 kcal 153 kcal 164 kcal 109 kcal