Historia sobre el origen del café

Existen muchas historias sobre el origen del café y es imposible saber cuál es la verdadera. Lo importante es que contamos con una bebida exquisita, versátil y que se ha vuelto parte de nuestra vida diaria.

Entre las leyendas más conocidas sobre el origen del café se encuentra la de un pastor de que vivía en la provincia de Kaffa, Etiopía (norte de África) alrededor del siglo VI. Este pastor, llamado Kaldi, llevaba a pastar a su rebaño a las laderas de la provincia.
Un día las cabras se escaparon y cuando las encontró estaban jugando muy eufóricas y comiendo las hojas y frutos rojos de un arbusto que era desconocido para Kaldi. El joven decidió probar el fruto y aunque su sabor era amargo descubrió que la pulpa tenía un sabor dulce y que además, entre más comía más eufórico se ponía. Decidió llenar su bolsa con estos frutos y llevárselos a su mujer.

La esposa al ver los granos decidió llevarlos a un monasterio y contar la historia vivida por su marido. Cuando los monjes escucharon la historia pensaron que era cosa del diablo y aventaron los frutos al fuego. En pocos minutos todo el monasterio comenzó a oler a café tostado. Los monjes decidieron sacar las semillas un poco quemadas, las molieron y las guardaron en un recipiente con agua caliente para que no se esfumara el espíritu de la bebida.
En la noche los monjes decidieron probar la misteriosa poción y se dieron cuenta que no podían conciliar el sueño. Así comenzaron a masticar granos de café crudo para poder mantenerse despiertos durante sus oraciones nocturnas.