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¡A comer pescado!

¡A comer pescado!

Beneficios nutrimentales de los platillos preparados con pescados.

Es bien sabido que los platillos con pescado son ricos en proteínas, que contribuyen al crecimiento en los niños y a la reparación de tejidos en los enfermos. Tienden a se ligeros y a contribuir al mantemiento del peso sano de los individuos (salvo cuando se rebosan y refríen o cuando se empanizan y absorben mucho aceite durante la cocción). Son además bajos en grasa (y cuando la contienen, como en el caso del atún o el salmón, son ricos en ácidos omega) por lo que no contribuyen a dañar las arterias ni a la formación de colesterol. Todo esto es más o menos bien sabido y les da a los pescados su merecida fama como «alimentos muy sanos».

Pero lo que pocos sabemos es que en los pescados de todo tipo encontramos minerales, nutrimentos inorgánicos esenciales para el cuerpo, que son dificíles de hallar en otros alimentos. Discutámoslo más a fondo:

Algunos pescados son una muy buena fuente de calcio. El calcio que encontramos en ellos es fácilmente absorbible pues viene acompañado de otros minerales necesarios en su metabolismo: el fósforo, vitaminas del complejo B y proteínas. Los representantes marinos que más calcio contienen y lo aportan a quien los consume son los pequeños peces que se consumen con todo y su esqueleto. Así que una botana de boquerones con limón y chilito puede ser un agente preventivo de la osteoporosis; unas sardinas en salsa de jitomate ayudan al crecimiento y fortaleza ósea de los niños; y unos charales revueltos con huevo a la mexicana son magníficos para prevenir fracturas de fémur en los abuelitos y las personas mayores.

El yodo es un mineral esencial para nuestro organismo y todos los pescados y mariscos son ricos en este nutrimento

El yodo es un mineral que encontramos en los pescados y en casi nungún otro alimento. Todos los pescados y también los mariscos de mar son ricos en este nutrimiento. El yodo es el alimento de nuestra tiroides, la glándula que se encuentra en el centro de la gargantay parece una pequeña bolita.

Este chicharito tiene como función regular la velocidad a la que trabaja nuestro sistema. Una tiroides más acelerada se manifiesta como una persona delgada, más activa, que duerme poco y tiende a ser ansiosa. Mientras tanto, quien tiene una tiroides menos activa será propenso a las siestas y a aganar peso y una abultada pancita, será bonachón y lento para despertar y tendrá un menor rendimiento en el trabajo. El yodo, único alimento de la troides, la mantiene funcionando bien. Cuando se descompone esta glándula se padecen enfermedades como el bocio, el cretinismo y otras, todas muy graves. Por eso queremos tener una tiroides pequeña y efectiva, que no se atrofie, que no se inflame y que no disminuya la velocidad. La mejor estrategia para mantener la salud de la tiroides en consumir pescados de manera regular. Por lo menos una vez a la semana, es la recomendación.

Finalmente, los pescados son muy ricos en flúor, mineral esencial para la salud bucal. El flúor forma y da fortaleza al esmalte de los dientes, por lo que es importante en todas las etapas de la vida, pero especialmente en el primer año, mientras se forma la dentadura temporal, y luego en la etapa escolar cuando se completa la estructura dental definitiva. El flúor lo encontramos en el consultorio de los dentistas (en unas placas que se aplican al final de las visitas y causan nauseas). También es abundante en la pasta de dientes.  De entre todos los alimentos lo que más flúor aporta a la dieta, y por lo tanto más pueden proteger la dentadura de nuestros niños de las muy temidas caries, son los pescados.

Tres razones más para ofrecer platillos con pescados a nuestra familia: una tiroides en buen funcionamiento, dientes más fuertes y unos huesos resistentes a cualquier golpe o situación. No solo es su contenido de proteínas y grasas lo que hace valiosos a los pescados, sino también los minerales, los nutrimentos inorgánicos que aporta en cantidades apreciables y que no se encuentran tan fácilmente en otros alimentos: calcio, yodo y flúor; tres razones para pensar.

Así que cada vez que ofrezcas a tu familia una minilla de atún, un caldo de verduras y trocitos de huachinango, unas sardinas rellenas o un delicioso filete con salsa de perejil, siéntete muy orgullosa de estar dando a tu familia toda la nutrición que requieren para mantener una salud ósea y dental óptima y un metabolismo acelerado con una tiroides bien cuidada. ¡Provecho y a comer pescado!


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