Verduras hasta en la sopa

Otro de los manjares que nos regala la naturaleza es sin duda el de este grupo tan variado que conocemos como verduras. Se les puede encontrar en diferentes épocas del año y en los más diversos climas y ecosistemas. Su uso depende más que otra cosa, del ingenio del cocinero y del antojo de quien lo comerá. Las puedes emplear crudas para preparar ensaladas o botanitas, como los crudités; si las cocinas puedes hacer unas saludables verduras al vapor o unas cebollitas empanizadas para disfrutar del futbol.

Las cremas de verduras, como la de jitomate o calabaza, siempre caen bien en un día nublado; y no hay nada más revitalizante que un rico jugo de zanahoria después de correr.

Aunque las verduras están consideradas como un alimento saludable y por lo general son asociadas con regímenes alimenticios para la reducción de peso, hay que tomar en cuenta que algunas de ellas son más calóricas que otras por el contenido de almidones; no es lo mismo que consumas unas zanahorias o unas papas al vapor que unos espárragos o calabacitas.

En el caso de los vegetales, como pasa con las frutas, es importante considerar la temporalidad, es decir, la época en la que se encuentran disponibles, ya que de otro modo estarías adquiriendo un producto no sólo de baja calidad sino también de alto costo.

En el caso de hojas de lechugas o de hierbas frescas, como el cilantro o el perejil, es recomendable lavarlas, desinfectarlas, retirar la humedad excedente y envolver en papel absorbente. Puedes guardarlas dentro de bolsas de plástico, de este modo siempre las disfrutarás frescas y crujientes.
Cuando blanquees verduras te sugiero que en cuanto las saques del agua caliente las coloques en un tazón de agua con hielos, de este modo además de detener la cocción y evitar que queden demasiado suaves, tomarán un color vivo que te ayudará a brindarle mejor presentación a tus platillos.

Si quieres preparar platillos con mayor consistencia y aporte calórico, en épocas como el invierno, te recomiendo emplear aquellas que tienen más almidón en su composición, como son las papas, los camotes o las zanahorias.

Te recomiendo que emplees las verduras también como un ingrediente que te ayude a hacer más completo un plato, por ejemplo, a una pasta no sólo le agregues una salsa cremosa y una proteína, como pollo o mariscos; agrégale espárragos salteados, o zanahorias y calabacitas en juliana. De este modo balanceas el plato y además haces que te rinda para más personas sin gastar de más.