El camote amarillo o batata, está considerado, dentro de la lista de índice glucémico, como un alimento de índice glucémico medio; mientras que la papa blanca está considerada como un alimento de índice de glucemia alto. Es más, la papa blanca tiene aún más carga glucemia que un plátano. Como puedes ver, el camote es una excelente fuente de carbohidratos complejos, sin los índices glicémicos de otros alimentos.
Además de que yo amo su sabor dulzón, tiene muchas otras propiedades. Es rico en fibra alimenticia la cual ayuda a mantener el estómago en buen funcionamiento. Es muy alto en contenido de betacarotenos, lo que lo hace un buen precursor de la vitamina A, lo que significa que nos ayuda a nutrir el cabello, la piel y los ojos. Es rico en vitamina C y contiene vitamina B6.
Su alto contenido en azúcar lo hace un alimento muy energético para personas que trabajan física e intelectualmente. Tiene proteínas vegetales. Y por si fuera poco todo lo anterior, es rico en riboflavina, niacina y ácido fólico, además de contener minerales como el calcio, hierro, magnesio, fosforo, potasio, zinc, sodio, flúor, entre otros.
Yo, en lo personal, sustituyo la papa blanca con camote amarillo en casi todas las recetas que preparo. Lo preparo dulce y también salado.
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