Haz de la actividad física una rutina agradable
El estilo de vida saludable está conformado por las decisiones, pequeñas o grandes, que tomamos todos los días en cuanto a nuestros hábitos y costumbres. Y cada vez hay más evidencia de que un estilo de vida más orientado al bienestar es el camino para prevenir enfermedades crónico degenerativas y aumentar la calidad de vida a largo plazo.
Muchas veces pensamos que el estilo de vida incluye únicamente la dieta correcta y los buenos hábitos alimentarios, pero la verdad es que va mucho más allá e incluye como pilar fundamental a la actividad física.
Ser físicamente activo quiere decir esforzarnos por realizar movimientos corporales en toda situación y en cualquier momento del día. Es diferente al ejercicio formal, que es también fundamental para un estilo de vida saludable. Ser físicamente activo quiere decir moverse y evitar a toda costa el sedentarismo.
Así es, la evidencia muestra que entre más se mueve uno mejor es su capacidad respiratoria y cardiaca (lo que conocemos como condición física) y por lo tanto menor es el riesgo de padecer enfermedades cardio vasculares a mediano plazo. Mantenerse físicamente activo ayuda también a manejar y controlar los niveles de glucosa en sangre previniendo la diabetes; mejora la distribución de los lípidos (grasas y colesterol) en las arterias y en los tejidos con lo que se evitan infartos, embolias y otras complicaciones cardiovasculares; y nos ayuda a obtener y mantener un peso más saludable, que nos permite estar más flexibles y con menos dolores musculares, de huesos y de articulaciones, sentirnos mejor con nosotros mismos y evitar todo tipo de males a mediano plazo.
Y ni se diga del estado de ánimo: cuando uno se mueve más se siente más activo y más contento; y es que el movimiento libera endorfinas, las sustancias que se asocian con la tranquilidad y el bienestar. El movimiento también libera estrés y crea relaciones afectivas duraderas. Pregúntale a un niño cuánto disfruta lanzar y cachar pelotas con su mamá o jugar beisbol con su papá y sus hermanos.
Para ser más físicamente activo basta hacer conciencia, basta tomar pequeñas acciones: estacionarse lejos de la entrada en los centros comerciales, en vez de competir por el lugar más cercano; subir por la escalera en vez de usar el elevador. Hay que planear fines de semana en familia que no giren alrededor de la tele o las visitas al cine y al centro comercial, sino que incluyan una salida al parque, a caminar, a andar en bici o un partido familiar de futbol.
También es importante caminar más y usar menos vehículos, bajarse una parada antes de llegar a casa del transporte público, cargar las propias bolsas en el mercado y participar más en las labores de mantenimiento y limpieza de la casa. En fin, hay que moverse más y tenderse menos en un sillón.
Así éramos antes, hasta hace cerca de 20 años los mexicanos éramos mucho más activos: De niños jugábamos bote pateado y escondidillas, salíamos a caminar y a andar en bici; las mujeres lavábamos el patio y la ropa a mano. Y ahora nuestros niños pasan su tarde frente a una pantalla, ya sea de tele, computadora o video juego. Las familias solo se divierten comprando o comiendo, y los niños y jóvenes ya no conocen ni las reglas de los juegos de antaño.
¿No será que con unos cambios pequeños podemos regalarnos una mejor calidad de vida y a nuestros hijos un futuro más saludable, y además divertirnos en el camino? Empieza ya. Organiza una actividad familiar de fin de semana en la que todos participen y se muevan, y proponte moverte más, ser más activo físicamente. Tu salud, tu estado de ánimo y tus hijos ¡te los van a agradecer!
Nota de
Cocina con Alegría
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