Cuida a tu bebé de las infecciones intestinales
Uno de los grandes riegos que incurrimos mientras cocinamos, en el almacenamiento y manejo de los alimentos, es la contaminación por microorganismos. Las enfermedades trasmitidas por los alimentos, conocidas también como ETA´S son frecuentes en todos los grupos poblacionales y de edad. Pero, para los más pequeños de la familia, los menores de un año, no solo son peligrosos y delicadas, no, también pueden poner en riesgo la vida del pequeño. Por eso, establecer y cuidar algunas medidas de higiene en la preparación de papillas y biberones para los pequeños es fundamental.
El camino para evitar la contaminación consiste en tener un especial cuidado en la limpieza y orden de las instalaciones de la cocina y el área de almacenamiento, en cuidar los procesos de manejo de los alimentos, especialmente el manejo de alimentos crudos junto a los ya cocidos y el control de las temperaturas de cocción, y nuestra actitud personal y compromiso con la higiene y sanidad. En esta ocasión queremos brindarte algunos consejos sencillos para hacer de tu cocina un lugar más seguro y para que tu manejo de alimentos sea siempre higiénico y que preserve las cualidades de los mismos, sobre todo en la preparación de alimentos para tu bebé:
Antes que nada lávate las manos.
El lavado de manos es una medida higiénica esencial; se evita la transmisión de enfermedades y la contaminación cruzada. Esta es la medida básica de higiene y la mejor manera de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas de todo tipo. Hay que lavarse las manos antes de empezar a manipular alimentos, cuando se cambia de actividad, después de usar el baño y cuando hayamos tocado la cara u otra parte del cuerpo. Para lavarlas correctamente, talla la superficie, palma, entre los dedos y sobre los mismos dedos con jabón, luego cepíllalos, poniendo énfasis en las uñas; enjuaga, asegurándote de que el agua fluya hacia afuera de tu cuerpo. Y después de secarte, con papel absorbente, aplica gel antibacterial. No olvides también, de que el área de lavado de manos y los utensilios que allí tienes, estén extremadamente limpios.
Para preparar papillas caseras es indispensable cuidar la higiene. A continuación medidas sencillas que te ayudan a asegurar la higiene en este proceso y protegen a tu bebé de las muy temidas infecciones intestinales:
- Usar un vaso y un aspa de licuadoras exclusivas para esta tarea.
- Que todos los recipientes de vidrio o plástico estén perfectamente lavados y de preferencia hervidos o esterilizados.
- Las papillas se pueden preparar simplemente rallando la fruta fresca con una cuchara y sin la cáscara o hirviendo cada ingrediente por separado en muy poca agua, y solo hasta suavizarlo, y después moliéndolo en su misma agua de cocción.
- Las papillas se pueden refrigerar hasta por cuatro días y congelar hasta 15 días para evitar la pérdida de valores nutrimentales y asegurar su inocuidad.
- Lo ideal es congelar en un recipiente por separado la porción que se va a ofrecer al bebé en una sola ocasión y descongelarla en refrigeración algunas horas antes de requerirla. No la descongeles al sol ni a temperatura ambiente.
- Cuida el área donde alimentas a tu bebé. Que esté limpia, ventilada, pero que no haya corrientes de aire ni la posibilidad de contacto con animales.
- Lava también los juguetes y las superficies con las interactúa tu bebé y prevén a los abuelos, hermanitos y otros familiares de lo sensible que es el aparto digestivo del pequeño. Que todos se laven las manos cuando vayan a estar cerca de ellos y que se alejen si están enfermos o no se sienten bien.
Nota de
Cocina con Alegría
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