Los frijoles, una tradición de las mesas mexicanas
El frijol es uno de los alimentos básicos de la dieta mexicana, ya que en cualquier casa, sin importar el nivel socioeconómico o las diferencias, siempre habrá una olla con frijoles lista para acompañarnos a lo largo de las comidas.
El frijol forma parte del grupo de las leguminosas. Su consumo comenzó en la época prehispánica cuando los indígenas empezaron a cultivarlo, ya que se daba como plata silvestre, a partir de ahí se instaló en la gastronomía nacional.
Actualmente se consumen más de 50 variedades de esta leguminosa en el país; cada región posee diferentes tipo de frijol, algunos de los más conocidos son frijoles negros, frijol azufrado, berrendo, bayo rata, bayo Río Grande, canario, flor de mayo y flor de junio, garbancillo, manzano, mayocoba, ojo de cabra, peruano, pinto, rosa de castilla, rosita, sangre de toro y satevó, etc.
Los frijoles están presentes en muchos platillos de nuestra cocina, empezando por los antojitos como las tostadas, los tlayocos, las flautas y tamales. También sirve muchas veces como guarnición en los platillos principales ya sean del desayuno, comida o cena. A su vez existen guisos cuyo ingrediente estelar es el frijol, como los frijoles charros o el puchero en Yucatán.
Los beneficios de integrar a la dieta diaria el frijol son muchos, ya que son ricos en carbohidratos, minerales y fibra lo que los convierte en un alimento muy nutritivo y completo.
Sigamos incluyendo esta preciada leguminosa en nuestra dieta y aprovechemos los beneficios que nos da.
Nota de
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