Pensar que estoy enferma y así justifico mi hambre
Cuando ves a tus familiares o a tus padres con sobrepeso, es fácil decir que tu cuerpo y tu forma de comer son hereditarios. Entonces, se vuelve simple culparlos a ellos de tu problema con el peso y la comida.
De esta manera se vuelve más fácil comer sin respetar tu hambre y saciedad y así justificas tu manera de comer desbordada. Como ya hemos platicado, elegimos hacerle caso al hambre emocional para no sentir, para evadir y en este caso lo que no quieres es afrontar la responsabilidad de tu relación con la comida y el sobrepeso.
Es menos doloroso pensar que no te aceptan o te rechazan por gorda, que aceptar que tienes problemas, cualquiera que estos sean. Es un distractor que baja la ansiedad. Y te deja sin resolver lo que de verdad está pasando.
Culpar a la enfermedad o enfermarnos nos victimiza y nos justifica. Al menos que estés diagnosticada con hipotiroidismo o que tomes algún medicamento por prescripción médica, tu metabolismo funciona correctamente.
De no ser por que lleves tu atención al problema, a tus emociones y a las necesidades reales haciéndote responsable para resolverlo, seguirás viviendo a medias y tu forma de comer no cambiará. Una vez más, es necesario que te propongas obtener bienestar y te responsabilices de logarlo.
Recuerda “Hoy solo depende de ti, de tu actitud y responsabilidad”.
Nota de
Cocina con Alegría
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