Llegó Navidad y con ella el atracón
La época Navideña es una temporada llena de sabores, sentimientos y recuerdos. Es un tiempo que nos han vendido desde niños como una fiesta para dar gracias, convivir y compartir llenos de alegría. Se acerca el fin de año que inevitablemente nos invita a hacer un recuento de todo aquello que se deja con el año y la ilusión de lo que está por venir. Estamos llenos de eventos, encuentros con amigos y familiares, vacaciones que nos sacan de la rutina e implica modificar hábitos. Muchas veces hasta se hace la broma de: Llegó Navidad y con ella el atracón.
Para algunos de nosotros esto puede ser un problema, y sobre todo para quienes somos comedores emocionales, ya que nos rodea un mundo de sabores que solo probamos en estas fiestas y nos acordamos del maratón Guadalupe-Reyes, lo que implica olvidar el bienestar y el contacto con nosotros mismos para volcarnos a la comida, como si disfrutar del momento tuviera que ver con estar comiendo y no poder parar, porque sería descortés o grosero no comer lo que tanto amor fue preparado o ¿cómo no probar los platillos navideños, solo se comen una vez a la año?
Tenemos tantas ideas alrededor de esta fecha que puede llegar a ser abrumador cuando pensamos en ellas: “Esta Navidad será diferente a la anterior”, “En Navidad nadie está a dieta, el año que entra seguro”, “Tengo que bajar de peso”, “Me van a criticar por gorda(o)”, “¿Qué me voy a poner? Nada me queda”, “Bajo de peso ahora o seguro voy a subir más”, “Tantos regalos que comprar”, “No quiero ir”. En fin, ideas que nos llevan a querer dejar de estar aquí en este momento, a detenernos en el pasado y llenarnos de tristeza por lo que ya no es. A pensar que el año que entra lo haremos mejor y seguro la vida será diferente. Y de alguna manera escapamos del momento presente, que es donde realmente podemos estar, sentir y darnos lo que estamos necesitando. Factores externos a mí y a mi situación actual pueden acrecentar la ansiedad, como el gasto económico que parece requisito para convivir con otros, asistir a reuniones con personas que no queremos ver. No escuchar la necesidad de estar a solas recordando a quien ya no está, y sintiendo tristeza por su ausencia. Todo esto nos limita por que prestamos atención al “Así debe o tiene que ser” creencia que me lleva a estar atendiendo los requisitos de otros y no me lleva a verme a mí con necesidades propias.
Te doy algunos tips: Es época de dar amor, entonces trátate con amor a ti mismo. Vive tu presente, sintiendo lo que necesitas hoy. Cubre tus necesidades reales, incluyendo hambre y saciedad. Come para encontrar bienestar en todo sentido, no por antojo. Date el tiempo para hacer ejercicio, no rompas tu rutina. Recuerda que el amor se siente, no se come. Disfruta la época.
¡Te deseo una feliz Navidad y próspero Año Nuevo!
Nota de
Cocina con Alegría
Recetas de comida, botanas, postres, ensaladas y mucho más, y los mejores consejos de nuestros chefs, nutriólogos y coaches.